Mi madre una vez me envió un tiro al
blanco completo, todo en miniatura,
para poner encima del escritorio. En
el blanco para dardos había
inscriptas varias declaraciones
tales como “no trabajes hasta
tarde”, “trabaja hasta tarde, hazlo
ahora, hazlo mañana, tómate unas
vacaciones, etc.” Estaba diseñado
para ayudar a un atareado ejecutivo
a tomar decisiones. Me volví muy
bueno en acertarle a “toma unas
vacaciones” siempre que las quería,
así que en realidad ya no ayudaba
mucho. De todas maneras, ¿no sería
lindo que hubiera alguna manera
absolutamente segura de tomar en
todo momento la decisión correcta?.
Digo, algo mejor que arrojar una
moneda, hacer una carta, girar un
disco o tirar un dardo. Quienquiera
que pudiera encontrar algo así
podría llegar a ser muy rico muy
rápidamente.
Sin embargo, no estoy conteniendo mi
respiración. El problema es que
nunca tenemos suficiente información
que nos garantice que tomamos la
decisión correcta, cada vez que lo
necesitamos. Usualmente terminamos
palmeándonos la espalda por haber
tomado la decisión adecuada cuando
las cosas salen bien, o
condenándonos por haber tomado la
decisión incorrecta cuando las cosas
no salen bien. La parte tonta de eso
es que las decisiones en sí mismas
no tuvieron nada que ver con la
manera en que las cosas sucedieron.
Miremos esto más de cerca. Si algo
sale bien, y te felicitas a ti mismo
por haber tomado la decisión
correcta que te condujo a eso,
entonces también estás asumiendo que
los sucesos están predestinados.
Mucha gente asume que tomar una
decisión respecto del futuro es como
elegir una dirección en un cruce de
caminos. Una ruta te llevará a la
fama y la fortuna y la otra te
llevará al fracaso y al dolor. Todo
lo que tienes que hacer es tomar la
correcta. Si la vida fuera tan
prolija, entonces todo lo que
necesitaríamos serían buenos mapas
de ruta. Y para obtenerlos, todo lo
que tendríamos que hacer sería tomar
exactamente las mismas decisiones
que tomó la gente que ya ha
alcanzado fama y fortuna. Después de
todo, así es como se hacen los
verdaderos mapas de ruta. Sigue la
misma ruta que otra gente ha tomado
y llegarás a donde quieres ir. Así
que ¿porqué no se ha hecho esto?.
¿Dónde están los mapas de ruta a la
fama y la fortuna, a la salud y al
buen estado, al amor y felicidad, la
espiritualidad y unión mística? Si
todo lo que tienes que hacer es
tomar las decisiones correctas
¿porqué existe tanta confusión y
tantos y tan diferentes mapas?
Bueno, te lo diré. Es porque moverse
dentro del futuro no es como viajar
sobre la tierra, donde todo
permanece más o menos en el mismo
lugar. Es más como viajar sobre el
océano, donde todo está cambiando
todo el tiempo. Cuántos más
conocimientos tengas y cuantas más
habilidades poseas, con más
frecuencia probablemente tendrás
éxito. Pero no puede haber garantías
de que el próximo viaje será igual,
aún cuando vuelvas a tomar todas las
mismas decisiones “correctas” de
antes. Simplemente existen muchas
cosas desconocidas, demasiadas
variables, demasiadas posibilidades.
Si el futuro no fuera así,
tendríamos mejores pronósticos del
tiempo, nadie se molestaría en
apostar a las carreras, y todo el
mundo se volvería rico en el mercado
de valores.
Así que ¿qué puedes hacer cuando
estás enfrentado a una decisión
importante?. La primera cosa que
puedes hacer si quieres tener alguna
posibilidad de tener un buen
resultado, es la de liberarte del
miedo a tomar la decisión porque
podrías no obtener lo que quieres.
Si no estás dispuesto a asumir
ningún riesgo en absoluto, podrías
también acostarte a morir ahora
mismo (pero entonces, ¿cómo sabrías
que esa sería una buena decisión?.
¿Y cómo sabrías si no tomar una
decisión sería una buena decisión?).
La segunda cosa que puedes hacer es
estar preparado para modificar tu
decisión cuando quiera que eso
parezca ser una buena idea. Para
volver a la analogía marina, tu
puedes empezar el viaje a toda vela,
pero si el tiempo cambia, puede ser
sabio modificar las velas también.
La tercera cosa que puedes hacer es
aumentar tus conocimientos y tus
habilidades tanto como puedas, pero
sin esperar ser totalmente sabio o
perfecto. Para el momento en que
sepas todo lo que hay que saber y
tengas tanta habilidad como para no
cometer nunca un error, cualquier
razón para tomar la decisión ya
habrá pasado hace tiempo.
La cuarta y quizás la cosa más
importante que puedes hacer viene
después de haber tomado la decisión.
Es la de mantener tu mente en lo que
quieres y no en lo que no quieres.
Me aventuraría a decir que, de todas
las cosas sobre las que tenemos
algún control, (y son pocas
realmente) esta es la que tiene más
influencia sobre cuán bien salen las
cosas. La decisión de hacerse a la
vela pasa en un momento. Luego viene
la navegación y eso juega un papel
mucho más importante en si el viaje
resulta exitoso o no. Mantén tu
mente en el objetivo y lo menos
posible en lo que está en el camino.
Cuando eso no puede ser evitado,
mantén tu mente en las soluciones y
lo menos posible en los problemas.
Recuerda, no es el mapa el que te
lleva donde quieres ir, es lo que
haces después de leerlo. |